Gustavo Pardo

Como hemos podido ver, la Doctrina Social Masónica comprendida en las Logias de Perfección y los Capítulos Rosacruces, fundamenta sus principios en:

1. La conformación de una Conciencia moral, social y espiritual, correctamente alineada a los principios y valores individuales y sociales masónicos.
2. Lo anterior se obtiene mediante la implementación de planes de educación destinados a ello.

Los elementos antes expuestos son la base sobre la cual se establece este primer ciclo de estudios escocista; el cual, como sabemos, se encuentran destinados a dar a conocer a los masones escoceses sus derechos y deberes sociales.

Efectivamente, sin un Maestro Secreto (Conciencia) que juzgue de la forma éticamente correcta las acciones morales y sociales de los individuos; y dicte los patrones de conducta a seguir por ellos; las acciones de las personas se pueden perder ¨entre la Escuadra y el Compas”; es decir, que pueden fluctuar entre las sensaciones y emociones que conducen a los humanos a ejecutar las peores acciones y crímenes del fanatismo; hasta dejar los asuntos político-sociales de la nación en manos de los demagogos, los autócratas, populistas y los corruptos, a causa del escepticismo y el malsano desinterés que les paraliza.

En este sentido, la Educación de las personas es el único camino válido y efectivo para conformar una Conciencia recta en los individuos. Lamentablemente, aun en los albores del siglo XXI, se puede constatar la ausencia de planes y programas cívicos-educativos en la generalidad de las naciones; todo lo cual incide en la proliferación de la ignorancia y sus inevitables secuelas: el fanatismo, la ineptitud y la indolencia.

A lo cual hay que agregarle la falta de credibilidad que ha ocasionado en los pueblos el reiterado incumplimiento de las promesas efectuadas por los políticos durante sus campañas electorales; en las cuales prometen mucho, ilusionan a los ciudadanos y, una vez en el poder, no cumplen sus ofertas.

Cada uno de estos males, afecta de forma directa el desarrollo social de los países y regiones del planeta, particularmente, en nuestro Continente; creando grandes brechas económicas y sociales en la población.  Precisamente, es dicha desigualdad socio-económica y las reiteradas frustraciones políticas; las razones sobre las cuales los demagogos y populistas ¨del Siglo XXI” fundamentan sus programas.

La Doctrina Social Masónica lleva implícito  el propósito de soslayar los males socio-políticos que genera la desigualdad; proponiendo como alternativa, la edificación del Estado de Derecho, la Libertad, la Igualdad, la Justicia, y la Fraternidad Filantrópica (no la hipócrita Caridad) entre los seres humanos. Todo ello sostenido en la correcta Educación de la conciencia social humana.

La Masonería propone un programa económico que tienda a la expansión y diversificación de la propiedad, sea ésta individual y/o cooperativa. El propósito es lograr la distribución más equitativa de la riqueza; con la cual, las diferencias económicas y sociales se reducen y confluyen hacia un centro de equilibrio.

En lo que a política se refiere, la Doctrina Social de la Masonería se centra en el estudio y la aplicación de la ciencia política a la luz de los valores ético-morales que, en el beneficio del individuo, ha adoptado la Fraternidad desde su fundación; En otras palabras, la Masonería ha elaboado una Doctrina Social, cimentada en las columnas LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD. La felicidad individual, conservada en estos valores y construida mediante el ejercicio del trabajo, la iniciativa creadora y el esfuerzo individual; inevitablemente conlleva a la felicidad de toda la sociedad.

Del estudio de la Doctrina Social Masónica conferida en las Logias de Perfección y los Capítulos Rosacruces, se desprende que el principio de todo progreso humano se halla en el justo equilibrio entre Deberes y Derechos; no obstante, éstos han de ser la base y fundamento de todo el andamiaje político-social.

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