Con paneles solares, algunas poblaciones reciben por primera vez agua potable.
Por: Cristian Ávila Jiménez | , 1:39 a.m. | 17 de febrero de 2016

Foto: Cristian Ávila Jiménez / EL TIEMPO
Para estas rancherías, en total 35 familias, se construyeron dos pozos de 21 metros de profundidad que se intervinieron durante dos meses y funcionan con paneles solares.
Para Tatiana Uriana, una wayú de unos 30 años, esos días de las largas caminatas bajo una temperatura de 30 grados quedaron en el pasado, gracias a la ‘bendición’, como ella lo describe.
“Teníamos que caminar más de cinco kilómetros, tirar el balde a 18 metros de profundidad en viejos pozos y jalar la cuerda con nuestras manos. Ahora solo es abrir la llave”, cuenta Tatiana, una mujer a la que los pozos construidos por el Ministerio de Vivienda, en colaboración con la ONG Oxfam, le cambiaron la vida.
Optimizar recursos
Para estas rancherías, en total 35 familias, se construyeron dos pozos de 21 metros de profundidad que se intervinieron durante dos meses y funcionan con paneles solares, cuya función es transmitir 500W de energía (suficiente para iluminar una vivienda con cinco bombillos) a las bombas que distribuyen el agua y reemplazan al combustible de ACPM, que es el mecanismo como funcionan muchos de los pozos de La Guajira, según explica Luis Felipe Henao, ministro de Vivienda.
La particularidad de estos paneles solares, de acuerdo con Darwin Ibarra, Oficial de Agua y Saneamiento de Oxfam, es que captan la luz del sol y se conectan a un regulador que protege el sistema eléctrico de la bomba, lo que evita el uso de una batería. Los mecanismos fotovoltaicos que sí requieren baterías se desgastan rápidamente, aumentado los costos de mantenimiento del sistema, para estas poblaciones.
Tras bombear el agua, el líquido es conducido por una tubería hacia tres tanques, cada uno con capacidad de almacenar 2.000 litros, a donde los wayús llegan con recipientes para abrir la llave del agua, captar la que necesiten y subirla, en baldes, a sus burros.
Los animales también se ven beneficiados, pues uno de estos tanques es exclusivo para bebederos a los que llegan burros, chivos y cerdos. De esta manera se busca proteger a los rebaños que han sido afectados gravemente por la sequía.
Técnica para potabilizar
Aunque el agua que se saca de los pozos no es potable, las entidades crearon un sistema de tratamiento domiciliar de microfiltración a través de arcilla y plata coloidal, que almacena el agua en tanques de 500 litros en cada casa y la purifica, eliminando la turbiedad y controlando el tema de microorganismos patógenos, para que el agua permanezca fresca.
Además de este proyecto, Minvivienda avanza en su cruzada por llevar agua a las poblaciones dispersas de este departamento, por eso ha identificado 222 puntos de intervención para beneficiar a 33.000 personas de la etnia wayú.
Cristian Ávila Jiménez
Enviado especial de EL TIEMPO
http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/sequia-en-la-guajira/16512223
Categorías:CIENCIA Y PARASICOLOGIA, NATURALEZA Y VIDA