Muchas veces nos preguntamos de dónde sacan tanto dinero los partidos fascistas para financiarse ¿Les llueve? Son muy pocos, pero mueven ingentes capitales. Después de la publicidad y los favores a  estos grupos les sigue la masa. La realidad supera la ficción, nosotros somos sus mecenas. Se financian a cargo de los presupuestos europeos. Así surge, se desarrolla y se mantiene el fascismo en Europa.

No se ha necesitado de la intervención de la Open Society de G. Soros ni ninguna agencia tapadera de la CIA, el propio Parlamento Europeo se vale por sí solo. Este mes de abril de 2016 saltaba el escándalo en Italia después de que una noticia en Eunews informara de una cuantiosa financiación al fascismo italiano posibilitando a Forza Nuova el alcanzar sus pretensiones políticas. Grupos italianos se dieron cuenta de que Forza Nuova y otras tantas agrupaciones entre partidos y fundaciones formaban parte de la Alianza por la Paz y la Libertad AFP, coalición Neonazi Europea; que a su vez recibe sus propias subvenciones, y que se niega a aclarar de qué otros partidos europeos compromisarios se nutre. También el eurogrupo de IU denunció la maniobra [1], pero con todo la noticia, como no, pasó desapercibida y sin investigar salvo en Italia. Y de aquella manera.

Se desconoce cuántos de estos partidos fantasma pueden estar drenando las arcas de la UE, se calcula que podrían ser más de 100 en toda el continente percibiendo una media de entre 200 mil € y 1 millón de € anuales. Amanecer Dorado, Frente Nacional Francés o distintas ramificaciones de Pegida alemán se sabe han participado en la trama y que se sirven de dicha táctica para recaudar fondos. Suficiente para un ejército, o para financiar las campañas de Grecia, Hungría, Polonia o Lituania. De nuevo el dinero robado al pueblo por medio de la extorsión de los impuestos se usa contra el pueblo. Estamos financiando a nuestros propios enemigos, no se pueden reír más de nosotrxs.

La implicación del Europarlamento en la trama de financiación al fascismo es evidente y decisiva por varios hechos. Lo peores que todo se ha hecho delante de nuestros ojos.

Método del Parlamento Europeo para Financiar al fascismo

No nos vamos a meter en los requisitos que debe tener una asociación para considerarse partido. Por su diseño, por el modo de conceder la subvención, esta está condicionada a seguir un código ético bastante laxo de por si para que cupiesen este tipo de partidos. Un coladero. Después fueparcheada en 2014 para incluir una clausula de «respeto a los valores europeos» con la escusa de evitar financiar específicamente partidos terroristas islámicos, ni siquiera al terrorismo en general. Es decir, sin cambiar la amplitud de criterios de inclusión introdujeron una condición incongruente, históricamente arbitraria, para poder vetar el acceso a la ayuda cuando fuera necesario.

Finalmente por su permisibilidad, sinónimo de impunidad. El mismo parlamento escusa la no supervisión, el descontrol, de estas ayudas ilegales por reconocerse incapaz de certificar el correcto cumplimiento del código ético. Tampoco le importa que unas formaciones sean tributarias de otras y se organicen con el dinero de Europa al margen del parlamento sin rendir cuentas. Cuando piden recortes están un poco más atentos al dinero.

Objetivos más allá de la pantalla del fascismo

Financiando el fascismo solo buscan un objetivo, contener y controlar a las fuerzas sociales, únicas capaces de contrarrestar su poder y poner freno a sus beneficios, por ejemplo paralizando el TTIP, los OGM o incursiones bélicas. Ahí es donde les duele y les entra miedo, y harán todo lo posible, legal e ilegal, para conservar su dinero. Lo estamos viendo.

En una Europa multinacional, multicultural y politeista no parece muy buena idea apoyar el supremacismo. No hay muchas excusas para la inversión en xenofobia, homofobia, nacionalismo, machismo y racismo. Y sin embargo se hace. Una buena pregunta es por qué Europa Invierten en partidos aparentemente separatistas. La respuesta es que en la Europa de las Corporaciones no hay fronteras, solo control. Los partidos fascistas son neoliberales, el proyecto de explotación europea continuaría intacto aunque europa se fragmentase en mil feudos, que no lo hará. Ya sabemos todxs cómo es el capital, no entiende de éticas, se la soplan las razas, no le importan las naciones ni las patrias, sino los resultados trimestrales.

Un Europarlamento fascista

Si las resoluciones de los diputados en el Europarlamento sobre financiamiento, a parte de otras, no se ejecutan mientras que otras lo hacen instantáneamente, quiere decir que existe una capacidad de decisión más allá del organismo. El poder no reside en el parlamento. ¿Donde está?

Cabe cuestionarse si es el europarlamento el que paga al fascismo o es el fascismo político y económico de instituciones, empresas y partidos, derivado del dinero, propiedades y jerarquías, el que controla el Europarlamento, y dispone de sus presupuestos a voluntad, financiando su rama social y más visible. Encontramos este escenario más acertado. El fascismo de calle es expresión social de la situación de dominio económico y político de las élites. En este caso serían los grupos de izquierdas los que vivirían de prestado, enquistados en la institución y no al revés. El parlamento es otra correa de transmisión del poder de las élites, usado a placer para influir.

Quieren dividirnos y separarnos de nuestrxs hermanxs, nuestras reivindicaciones comunes y desviarnos de nuestros objetivos anticapitalistas.

¿Cuáles son las alternativas no parlamentarias?

El Europarlamento a demostrado que no va a frenar la financiación a los grupos neonazis. Los grupos políticos de la oposición se ven incapaces de parar el apoyo de la cámara. En tales condiciones es muy difícil que seamos capaces de parar la financiación ¿Cuáles son nuestras aleternativas? Hay que conocer la estrategia de estos grupos fascistas y neutralizarla.

Debemos distinguir el fascismo de las grandes corporaciones e instituciones, del fascismo militante o clásico, porque se abordan de distinta manera. Se puede considerar que el primero organiza al segundo. Someramente decir que se combate con la acción social anticapitalista de la lucha de clases y la re-estructuración social.

Sobre el fascismo de partidos que es el caso y sus mutaciones primero saber que la mayoría de la financiación a estos grupos se pierde en las cúpulas, perdiendo efectividad. Después que la mayor parte de sus esfuerzos se dedican a la propaganda, eventos estrafalarios, campañas políticas, la compra de periodistas y falsimedia. Por último, una pequeña parte la dedican a montar empresas y a hacerse con contratos locales, cobrar y pagar sobornos.

Debemos usar su fuerza en su contra, y atacarles en sus tres frentes. Estas son algunas ideas.

– Formar redes de alerta antifascistas supone acordar entre las distintas organizaciones respuestas conjuntas ante los eventos fascistas locales e internacionales, reforzando la cooperación entre las mismas. Permite boicotear sus eventos. Permite hacer público aquellas sociedades neonazis encubiertas como asociaciones neutras o filantrópicas.

– Redes de contrainformación, o más bien de periodismo real, para desmantelar las mentiras de los falsimedia y su publicidad. Evitar la publicidad de sus eventos.

– Control sobre los presupuestos locales para denunciar la corrupción y evitar la adjudicación de contratos a las empresas fascistas.