Existen muchos gerentes que no están preparados para la salida de uno de sus empleados y se ven muy sorprendidos cuando alguno de sus colaboradores abandona intempestivamente la organización.
Esta situación no es algo que deba tomarse a la ligera, renunciar a un trabajo es, literalmente, una ruptura entre dos partes y a menos que sea por alguna enfermedad o una situación de fuerza mayor, debe analizarse con frialdad.
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En ocasiones es posible que una tarea particular o una misión fundamental de la compañía dependan exclusivamente de un colaborador, por lo cual se tiende a creer que esa persona se convierte en una figura indispensable en la organización y que su abandono traería una crisis en el desarrollo de la organización.
En otras situaciones, la empresa podría estar de acuerdo con la renuncia de un colaborador, de hecho esa situación les ayudaría a ahorrarse un despido. En cualquier caso la rotación laboral no es lo deseado y siempre es necesario determinar las causas de la renuncia y generar las condiciones para realizar una transición rápida y sin inconvenientes.
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Pese a todo esto, existen algunas señales de alerta que la organización puede reconocer tempranamente para evitar la salida del empleado. Veamos:
1. Título Profesional
Existen muchos colaboradores que trabajan en organizaciones mientras están terminando su carrera o especialización, si llega el momento de la graduación y ni siquiera lo mencionan en la compañía, puede que estén buscando un nuevo empleo. Conseguir un título profesionalimplica la apertura de nuevas oportunidades y de un cambio de mentalidad en las personas, es recomendable estar atento al proceso de grado para evitar renuncias sorpresa.
2. Interacción
Es similar a lo que sucede en las rupturas personales, las personas que tienen planeado irse pronto de la compañía empiezan a congelar las relaciones con sus compañeros. Si tienen colegas cercanos y empiezan a distanciarse de ellos y si al resto de integrantes del equipo los evitan por completo, puede que esté preparando su salida y no quieran dar explicaciones ni contárselo a nadie para evitar que se trunquen sus nuevos proyectos.
3. Impuntualidad
Uno de los signos más claros a la hora de abandonar una organización es la extrema impuntualidad a la hora de llegada y la muy rápida salidaal final de la jornada laboral. Si el empleado llega dos horas después de lo normal y se va dos horas antes es porque su trabajo ya no es una prioridad y puede estar involucrado en otros proyectos o estar aplicando a otras compañías. Hablar sobre el tema es lo más recomendable en estos casos.
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4. Cambios continuos
La constante rotación de personal en la compañía, la adopción de nuevas normas o un agitado volumen de negocios y citas con nuevos clientes o inversionistas pueden causar que los directores se olviden de sus colaboradores y no sepan que esos factores pueden afectar su tranquilidad y satisfacción laboral. Es recomendable sacar el tiempo adecuado para atender las necesidades de los colaboradores y no olvidar que el talento humano es la base de la productividad y el éxitode la organización en el mercado.
Ante este panorama, la dirección de la compañía debe tener muy presente que el talento humano de su organización puede irse en cualquier momento, ya sea por ofertas o condiciones laborales externas mejores, por la necesidad de hacer cambios en su vida, por creer que su carrera profesional está estancada o simplemente por motivos personales.
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Estas cosas se presentan tarde o temprano y no se debe entrar en crisis cuando suceda, se debe actuar con sensatez y evitar que algo así vuelva a suceder porque la rotación laboral afecta la productividad y estabilidad de la compañía. Un atributo clave de los líderes es el manejo de situaciones como esas y de su talante depende la estrategia para resolverlas.