Los carburantes han subido 14,3% respecto al año pasado, estas son algunas prácticas para ahorrar este verano.
El precio de los carburantes sigue aumentando sostenidamente, aunque haya días contados que registren descensos en el precio. La previsión, de momento, es que la tendencia no cambie y, sobre todo en el diésel, las cifras sigan subiemdo. De hecho, si se cumplen las intenciones del gobierno, el gasóleo terminará equiparando su precio al de la gasolina.
Sin embargo, este verano el gasóleo ya es más caro que la gasolina, ya que, en 2017, la gasolina 95 era más barata de lo que es este verano el gasóleo A. La gasolina 95 este año es mucho más cara que en el ejercicio anterior. De media, los conductores pagan un 14,3% más este año cada vez que repostan. Llenar un depósito de 55 litros en 2017 costaba un promedio de 61,6 euros, cifra que ha aumentado hasta los 70,4 en 2018. Concretamente, el diésel ha subido un 17,1% y la gasolina un 12,7%.
Tabla comparativa de los precios de 2017 y 2018
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Ahorrar con buenos hábitos
La DGT prevé 89,3 millones de desplazamientos por carretera este verano y, teniendo en cuenta que los conductores poco pueden hacer para rebajar el precio del combustible, ya que depende de muchos factores ajenos a los mismos, sí que tienen en sus manos una serie de buenos hábitos que les permitirían pasar por las gasolineras menos de lo esperado, incluso sin renunciar en verano al aire acondicionado.
Una vez comprobado el sistema, hay algunas acciones que permitirán utilizarlo de forma eficiente. En primer lugar, habrá que intentar reducir la temperatura interior antes de arrancar porque las altas temperaturas demandarán más energía y combustible para poner el aire en marcha, por lo que bajar una ventanilla y en el lado opuesto abrir y cerrar la puerta servirá para cumplir con el objetivo. Seguidamente hay que tener poner en práctica medidas como alternar el aire acondicionado con la entrada de aire exterior, si se circula a menos de 90 km/h, cuando la resistencia aerodinámica apenas pesa en el consumo, o mantener el coche entre 21 y 23 grados, porque situarse por debajo implica un gasto importante e innecesario del combustible.
Hay muchos aspectos, además del climatizador, que influyen en el consumo y que tener en cuenta será importante a la hora de seguir ahorrando combustible. Uno de los componentes más importantes son los neumáticos, vitales en otros aspectos como la seguridad, ya que son los que transmiten toda la potencia que llega desde el motor al asfalto. Unas gomas de clase A pueden consumir hasta un 7,5% menos que unas de clase G. Además de la categoría del neumático, su presión o nivel de desgaste también influirán en el gasto de combustible.
Más allá de los neumáticos, buenas prácticas como cargar lo justo en el coche, ya que a más peso más fuerza debe hacer y más combustible consumirá, conducir de forma tranquila y suave, sin acelerones ni frenazos, y que todos los componentes, líquidos, lubricantes y filtros funcionen perfectamente también influirán positivamente en el consumo de combustible.