Hasta la publicación de este último documento, los Centros de Control de Enfermedades sostenían que ayudaban a evitar que personas contagiadas le transmitieran el virus a terceros
11 de Noviembre de 2020Compartir en FacebookCompartir en TwitterFoto: REUTERS/Brian Snyder
Los Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaron sus guías con las mejores prácticas para prevenir la transmisión del COVID-19. Entre las actualizaciones se destacó una nueva afirmación: el uso de mascarilla también protege a quién las usa. Ello contrasta con la postura anterior, que indicaba que ayudaban a evitar que personas contagiadas le transmitieran el virus a terceros.
Las mascarillas son una “fuente de control” de las partículas del virus exhaladas por sus portadores, y a la vez bloquean otras infecciosas provenientes de otras personas, indica el documento, publicado el martes.
Para sustentar la afirmación, los CDC, una agencia federal compuesta por 10 oficinas en todo el país, un citan una serie de estudios que determinaron como el uso de mascarillas reduce el riesgo de transmitir o contraer el nuevo coronavirus en hasta un 70 por ciento de las ocasiones. Uno de ellos demostró como evitaron que dos peluqueras que habían dado positivo contagiaran a 67 clientes. Otro siguió por más de 10 horas a personas contagiadas durante respectivos viajes en avión, y concluyó que el uso de mascarillas fue instrumental para evitar que transmitan el virus.
El documento también explicó que “siete estudios han confirmado el beneficio del uso universal de mascarillas a nivel comunitario”. “Cada análisis demostró que, luego de que líderes políticos ordenaran su uso universal, la cantidad de nuevas infecciones cayó de manera significativa. Dos de estos estudios y el análisis de información adicional en 200 países -incluyendo los Estados Unidos- también mostraron un descenso en los niveles de mortalidad“, expresa un párrafo.
Personas usan mascarilla durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Foto: REUTERS/Shannon Stapleton
En cuanto al beneficio económico, los CDC indican que un análisis determinó qué, dados sus efectos positivos en los esfuerzos para mitigar al virus, un aumento del 15 por ciento en el uso de mascarillas podría evitar la necesidad de declarar confinamientos y, en consecuencia, la pérdida de hasta un billón de dólares, “o 5 por ciento del producto bruto interno”.
El documento concluye indicando que “el beneficio individual de usar mascarilla aumenta a medida que un mayor porcentaje del resto de la comunidad lo hace”. Y si bien afirma que se necesita investigar más para “expandir la evidencia y, sobre todo, identificar la combinación de materiales que maximicen la capacidad de bloqueo y filtración de las partículas, así como confort, durabililidad y atractivo para los consumidores”, adoptar esta política “puede ayudar a prevenir la imposición de restricciones sanitarias especialmente si se combina con otras medidas no farmacéuticas como el distanciamiento social, lavado de manos y ventilación adecuada”.
Además de los estudios citados por la directiva, otros han provisto cifras sobre la cantidad de muertes que podrían evitarse con el uso masivo de mascarillas. Según indicó el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la universidad de Washington, serían 130.000 decesos para finales de febrero.
“Es cada vez más evidente que las mascarillas reducen de manera considerable la transmisión de virus respiratorios como el SARS-CoV-2, y limitan entonces la propagación de covid-19”, subrayan los autores. El mismo director de los CDC, Robert Redfield, llegó a decir en julio que la pandemia podría dominarse en un período de entre “4 y 8 semanas si pudiéramos hacer que todo el mundo se pusiera una mascarilla ahora mismo”.
El director de los CDC, Robert Redfield. Foto: Alex Edelman/via REUTERS
Categorías:CIENCIA Y PARASICOLOGIA, SOCIEDAD, VARIOS