MASONERIA

Ornamentos necesarios y previstos en el Simbolismo Masónico Delta.

En el desarrollo de este trabajo, cuando nos referimos al Dosel que se encuentra en el Oriente del Templo y debajo del cual se ubica el Trono del Venerable Maestro, hacemos alusión al Delta o Triángulo Resplandeciente, que lleva escrito en hebreo la palabra I.O.D, es decir Dios o Jehová, con el Ojo Divino en el centro. En todas las épocas y religiones, el Triángulo ha sido considerado como el símbolo de Dios. Este Triangulo o Delta, nos sugiere la trinidad del Hombre hecho a imagen del Creador. Cada uno de sus lados nos manifiesta el misterio de la Unidad, de la Dualidad y de la Trinidad, es decir el verdadero Misterio del Origen de todas las cosas y de todos los seres.

Desde el triangulo que forma el Delta propiamente dicho, irradian en sus tres lados grupos de rayos que terminan en una corona de nubes. Estos rayos simbolizan la fuerza expansiva del Ser Interno, que desde el punto central en el hombre se extiende y llena el espacio infinito. Y la corona de nubes indica la fuerza cristalizada, o la materia interna e invisible y se condensa con el movimiento de contracción. (Jorge Adoum)”.

El triángulo, dice R. W. Mackey en su obra el Simbolismo Francmasónico, “es el símbolo más importante en los grados superiores de la Francmasonería y toma generalmente el nombre de DELTA, para aludir a la cuarta letra del alfabeto griego, que tiene la misma forma y se llama de esa manera… En geometría, una sola línea recta no puede representar una figura perfecta, ni tampoco dos; sin embargo, bastan tres líneas para formar el triángulo o primera figura

perfecta demostrable. De ahí que esta figura simbolice al Dios Eterno, cuya naturaleza es infinitamente perfecta. Pero el triángulo, en realidad se refiere únicamente a Dios en calidad de Ser Eterno, ya que sus tres lados representan el Pasado, el Presente y el Porvenir. Algunos simbolistas cristianos han dicho que los tres lados representan al Padre, al Hijo y el Espíritu Santo; pero con ello destruyen la unidad divina, haciendo una trinidad de dioses en la unidad de una Divinidad”.

Coinciden muchos tratadistas y estudiosos de la Francmasonería, en afirmar que en todas las concepciones filosóficas y religiosas, El Ser Supremo, es representado triangularmente y se apoya dentro de la cábala de los números en el tres y en el uno.

Los vértices de este triángulo equilátero, determinan tres personas o “dioses” o también los atributos de la Divinidad Suprema. En algunos casos, en el interior del triángulo se encuentra el ojo para simbolizar, la conciencia del ser, o la presencia del G∴A∴D∴U∴. El Ojo que todo lo ve puede considerarse como símbolo de Dios omnipotente – su aspecto conservador y guardián – al que alude Salomón en el Libro de los Proverbios, cuando dice, “Los ojos de Jehová están en todo lugar mirando, a los buenos y a los malos” (Cap. XV, 3). (Mackey) En relación con el ojo que todo lo ve, se puede afirmar que este es quizás, el más importante símbolo del gran Ser. Para los egipcios y los hebreos, el ojo abierto era la más importante manifestación de la custodia divina del universo. Para Jorge Adoum, “es la representación de lo absoluto dentro y fuera del hombre. Es la unidad que se hizo tres, es el símbolo del Único Principio, es la causa sin causa, en sus tres lados o atributos primordiales, representados por las tres puntas del triángulo que tienen también otras significaciones simbólicas al representar los tres reinos de la Naturaleza: el pasado, el presente y el porvenir – el nacimiento, la vida y la muerte -, Dios, perfección, transformación”.

El Ojo que Todo lo Ve, tal como lo encontramos grabado en los obeliscos o en las paredes de las grutas sagradas de Egipto, o como se usa hoy, siempre ha significado la conciencia de Dios, que todo lo penetra, o la visión universal de la Deidad. El hombre nunca podrá evadir la Conciencia divina, representada por el Ojo que Todo lo ve, sea cual fuere el sitio en que esté sobre la tierra, así como tampoco podrá estar fuera de la visión o divinidad de su sistema de leyes. (Los antiguos símbolos. Ralph M. Lewis)

Juan Carlos Daza, nos dice que “el Ojo sin párpados, inscrito dentro de un triangulo, es símbolo común a los cristianos, budistas, teósofos, antiguos egipcios, rosacruces y masones”.

Este mismo autor plantea que “el ojo del Delta masónico, entre el Sol y la Luna, representa al tercer ojo, la visión interior (vía de la iniciación)… Según la instrucción de muchos grados, el ojo inscrito en el centro del Delta, simboliza en el plano físico, el Sol visible de donde emana la vida y la Luz; en el plano intermedio o astral, el verbo, el Logos; y el plano espiritual, al Gran Arquitecto del Universo”.

En las catedrales de Europa, el triángulo nos muestra la Santísima Trinidad. “Es la voluntad creadora del padre, el amor y la sabiduría y la inteligencia y actividad divina”.

Para las enseñanzas Brahmánicas, constituye el absoluto y sus vértices son la creación (Branhma), la filantropía o el amor (Vishnu) y la espiritualidad. (Shiva).

Para los Egipcios, es Amon-Ra y sus vértices, el padre (Osiris), la madre (Isis) y el Hijo (Horus).

De la Cartilla de Instrucción Masónica de la Respetable Logia Estrella de Tequendama al Or de Colombia, extraemos el siguiente párrafo: “en el Templo de Salomón, los hijos de la viuda representaban al G∴A∴D∴U∴ por medio de un triangulo situado en el Oriente, en cuyo centro estaban escritas de derecha a izquierda, en consonantes, el inefable del Tetragrámaton. Es el SOY EL QUE SOY y tiene 365 nombres”.

Sobre el Tetragrámaton, está misma obra señala: “el nombre inefable o nombre de Dios se representa como algo que no se puede escribir ni transmitir, en variados jeroglíficos, uno de los cuales es la letra griega Pi, inscrita en el triángulo, el cual es fuente inagotable de simbología”. Tetragrámaton, es el nombre que se le ha dado a las cuatro letras hebreas, que constituyen el nombre de Dios; Yahveh o Jehová, cuya pronunciación jamás podía ser hecha hasta el punto, que por su condición de sagrada, los hebreos lo reemplazaban por el de Adonai (Señor).

En el Libro Negro de la Francmasonería, escrito por el Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, nos encontramos con una interesante ilustración en relación con este asunto, pues nos indica que “el ojo en el centro del triángulo tradicional, demanda una mayor explicación que la presencia de Dios en todas partes. Los dos ojos del rostro son los dos focos de la elipse, que constituye en si mismas el ojo único de la cabeza suprema; este ojo único debe sus tres aureolas a estar colocado en un triángulo. Los dos ojos de la carne carecen de importancia al lado del ojo del espíritu, que no requiere dúplice como los de la cara. Este ojo de Shiva

(Agnachakra), la excrecencia de la pituitaria, es de la clarividencia, la glándula que los atlantes incrementaron de tal modo que dio nacimiento a la leyenda de los Cíclopes”.

Por su parte, Aldo Lavgnini en el Manuel de Aprendiz, amplía el concepto cuando nos expresa que “desde el triángulo, que forma el Delta propiamente dicho, irradian en sus tres lados otros tantos grupos de rayos que se terminan en una corona de nubes. Los rayos simbolizan la fuerza expansiva del Ser, que desde un punto central infinitesimal se extiende y llena el espacio infinito. Y las nubes indican la fuerza centrípeta, que se produce como reflujo natural de la primera, con movimiento de contracción de las fuerzas irradiadas”.

Pedro Camacho Roncal, en su obra Mis Tres Pasos, editada por la Gran Logia del Perú, expresa lo siguiente: “el ojo colocado en el centro del triángulo equilátero significa el OJO OMNICONSCIENTE (que todo lo sabe), OMNIPRESENTE (que está presente en todo) y OMNIPOTENTE (que todo lo puede) del Gran Arquitecto del Universo”.

El Dr. Ramón Romero, en el Manual Practico y Filosófico del Aprendiz Masón, escribe que “su verdadero significado es el Principio de la UNIDAD, lo ABSOLUTO, lo INEFABLE, lo INVISIBLE, lo DESCONOCIDO”.

En el Diccionario de la Francmasonería, de Juan Carlos Daza, aparece una interesante descripción de este asunto: “Este triángulo con el vértice hacia arriba representa la realidad de los principios universales, a la vez que es la primera estructura arquetípica que se expresa en todos los planos de la creación como una fuerza que crea, otra que conserva y una tercera que destruye o transforma. Estas tres ideas–fuerza surgen de la unidad primordial representada en el Delta, por un símbolo grabado en su interior, que se refiere a la presencia inmutable de la Deidad, el seno mismo de la manifestación”.

Adolfo Terrones Benítez y Alonso León García, en los 33 temas del Aprendiz Masón, cuando se refieren al Triángulo, señalan que la palabra I.O.D, referida anteriormente en este trabajo, constituye el gran nombre de Jehová, “como una imagen emblemática de la PERFECCION DIVINA y Símbolo de la FUERZA GENERADORA, de todo lo que existe dentro de la naturaleza; es también la Alegoría, que nos representa a la ARMONIA que debe imperar entre todos los Seres Racionales; los lados de dicho Triángulo, entre otras significaciones espirituales, representan al MACHO, a la HEMBRA y al PRODUCTO de esa unión; simboliza a los tres reinos de la Naturaleza, el ANIMAL, el VEGETAL y el MINERAL; es emblemático del

NACIMIENTO, de la VIDA y de la MUERTE; también caracteriza a la PURIFICACION, a la TRANSFORMACION y al RENACIMIENTO de todo lo que existe”.

En el Libro La Masonería Oculta y la Iniciación Hermética, de José María Ragón, uno de los escritores más notables de la Orden, en su época, encontramos lo siguiente: “Obsérvese que la palabra Dios que tiene como inicial la letra delta griega, o triangulo; tanto en español, como en francés, latín, etc. Este es el motivo entre los antiguos y modernos de la consagración del triangulo, cuyos lados representan los tres reinos de la naturaleza, o Dios. En medio está la yod hebraica (inicial de Jehová) el espíritu animador o fuego, principio generador representado por la letra G, inicial del nombre de Dios, en las lenguas del norte y cuya significación filosófica, es generación”.

Este mismo autor nos indica lo siguiente: “El primer lado del triangulo, que es el que ha de estudiar el Aprendiz; es el reino mineral, simbolizado por Tulbac. El segundo lado, que corresponde meditar al Compañero, es el reino vegetal, simbolizado por Schibb (espiga). El tercer lado, cuyo estudio concierne al reino animal y completa la instrucción del Maestro, se simboliza por Macben (hijo de la putrefacción)”.

De un interesante trabajo de grado, presentado por José Alexander Parada Granados, miembro de la Orden, extraemos los siguientes conceptos: “Thales de Mileto (640-545) fue el primer geómetra griego y uno de los siete sabios de Grecia que lo estudiaron. Tuvo como discípulo y protegido a Pitágoras (585-500 a.d.C.) quien fue un místico y aristócrata, que mezcló su ciencia con cierta religión y magia, siendo el símbolo de su secta el pentagrama Estrellado. Sus enseñanzas geométricas parten del Punto, que para él era lo más simple que existía. Su teorema parte de los triángulos. El triángulo enmarca el tiempo, tiene por medida el pasado, el presente y el futuro, sus lados señalan la orientación infinita del espacio. El triángulo lleva la medicina al hombre, observando la conformación de los sólidos, el movimiento de los fluidos y el juego de las pasiones.”

Son múltiples las interpretaciones que sobre este importante tema se conocen, pues incluso se plantea que el ojo que se encuentra en el centro del triángulo, representa a la conciencia, el primero y fundamental atributo de la realidad y su manifestación ternaria, sin embargo, podemos concluir, que el Delta luminoso ubicado en el Oriente, sobre el Trono del Venerable Maestro, símbolo de Perfección, de la Armonía y de Sabiduría, manifiesta la presencia permanente del G∴A∴D∴U∴ que de manera callada observa el ritmo de los

trabajos logiales dentro del Templo, pero que va más allá de sus fronteras, para velar por el estricto cumplimiento de los postulados de la Orden, por parte de quienes son “hijos de la luz”. Podemos afirmar que la representación grafica, del Gran Arquitecto del Universo, en la Francmasonería, lo constituye el Triangulo Equilátero con el Ojo en el centro del mismo, cuyo ángulo superior representa la unidad fundamental en el ser humano o el principio donde tuvo su origen, mientras que los dos ángulos inferiores son imagen de la dualidad representada también por las dos columnas o las dos piernas del hombre y sus dos flancos, positivo y negativo, en el cuerpo. (Jorge Adoum)

Diáconos.

Son dos miembros de la Logia, cuya misión es la de transmitir las órdenes de las Luces a los demás Hermanos. El primer Diácono ocupa un lugar en el Oriente muy cerca y a la derecha del Venerable Maestro, para servir de enlace directo con el Primer Vigilante, mientras que el Segundo Diácono, se ubica cerca y la derecha del Primer Vigilante, para servir de mensajero o contacto con el Segundo Vigilante y con los otros miembros del Taller, si fuese necesario.

Este cargo, según A. Gallantin Mackey, parece tener su origen en las costumbres de la Iglesia Primitiva. En la iglesia Griega, los Diáconos eran siempre los pylori, o porteros y en las constituciones Apostólicas se ordenaba a los Diáconos que se colocasen en la entrada destinada a los hombres y el Sub – Diácono en la entrada para las mujeres, con el propósito de vigilar que no entrasen o saliesen durante el tiempo de la oblación.

Sobre los Diáconos escribe Juan Carlos Daza, entre otras cosas, lo siguiente: “El primer Diácono representa al intelecto activo y razonador, la conciencia en estado de vigilia que ha de llevar los mandatos de la Sabiduría a la Voluntad. El Segundo Diácono, porta la energía de la Fuerza impulsora (primer vigilante) hasta la mente creadora (segundo vigilante), quien concibe los planes de acción”.

Arturo Powel, en la Magia de la Francmasonería, nos presenta la siguiente descripción: “El Primer Diacono, que representa el intelecto activo y razonador, la conciencia normal en estado de vigilia, ha de llevar los mensajes y mandatos de la Sabiduría (V∴M∴) a la Voluntad. Esta última representada por el Primer Vigilante, quien procura la fuerza impulsora para la realización de la obra, energiza a su sirviente o mensajero, el Segundo Diacono o Deseo, quien

a su vez transmite la orden al Segundo Vigilante, la Mente Creadora, que es quien concibe los planes de realización de la empresa.

Aldo Lavagnini, en el Secreto Masónico, dice que “la función del Primer Diacono, de llevar los mensajes de la Sabiduría a la comprensión de la Inteligencia, indica evidentemente la facultad de la inspiración, por cuyo medio la segunda se halla en relación con la primera, y las facultades limitadas del hombre se alían con las potencialidades ilimitadas de la Omnisciencia Creadora – en la que se halla, en un estado latente, todo lo que existió, existe y puede existir – participando de las mismas y recibiendo sus beneficios. Análoga es la función del Segundo Diacono, relacionando la misma Inteligencia con el principio divino de la Belleza y Armonía: el sentido estético que tiene igualmente importancia como factor de elevación ideal y moral, haciéndonos valuar, apreciar y expresar convenientemente las aspiraciones de la sabiduría”. Es importante destacar que las logias en la medida de sus posibilidades y según el número de miembros que posean, deben trabajar con los Diáconos, con el propósito de cumplir con el Ritual de Apertura y de Cierre, de la manera mas completa posible.

Dignidades

Se denominan Dignidades, aquellos miembros de las logias que por elección, ocupan altos cargos en el gobierno de las mismas. Estas Dignidades están constituidas por los cinco primeros cargos, en el Cuadro Directivo, es decir el Venerable Maestro, el Primer Vigilante, el Segundo Vigilante, el Orador Fiscal y el Secretario; los tres primeros reciben el nombre de Luces.

El Venerable Maestro, es elegido por los miembros de la Logia, para un periodo de un año y ocupa un sitial de honor sobre siete escalones, para levantarse por encima de sus mundos y sus cuerpos y ubicarse en el sitial de su propia divinidad, representado por el dosel. Debe ser idóneo y tener la suficiente experiencia en el manejo de personal, tener un carácter firme y sereno, además de ponderado, en todas sus actuaciones.

En El Ideal Iniciatico, Oswald Wirth manifiesta que “quien está llamado a dirigir a los demás en sus trabajos, no puede figurarse que todo lo sabe ni pensar que ha venido a ser conocedor de los misterios en virtud de un proceso sobrenatural y por el mero hecho de su calidad de instructor. Las pruebas que ha debido sufrir han desvanecido en él toda ilusión; comprende la insensatez del esfuerzo humano aplicado únicamente a edificar una torre

intelectual con el fin de juntar el cielo y la tierra y no puede consentir en ser el arquitecto de semejante edificio”.

Dosel.

Es el sitio, debajo del cual se coloca el Venerable Maestro al Oriente del Templo. Por lo general, el Dosel tiene la forma de un cuadrado oblongo, de seis pies de longitud, con un ancho y alto de tres pies y cubiertos por una especie de techo de forma semicircular, del cual pende a ambos lados, una pieza de seda simétricamente colocada. Algunos escritores utilizan el término “baldaquino” para referirse al dosel que esta ubicado sobre la silla del Venerable Maestro.

En la cúspide del Dosel se destaca un DELTA o triángulo resplandeciente, en cuyo centro lleva escrito, en caracteres hebreos la palabra “IOD” cuyo significado es DIOS o sea el nombre de JEHOVA.

El ritual para el grado de Aprendiz de la Gran Logia de Venezuela, establece que el dosel será de genero encarnado orlado con flecos de oro, y debajo, el mueble donde se sienta el Venerable Maestro, para representar el Trono del Rey Salomón.

Juan Carlos Daza, nos dice que es “símbolo de protección para aquel que se sitúa bajo el dosel, y por ello tradicionalmente, era colocado sobre los tronos de los Reyes, Papas y Emperadores. Representa la dignidad del que es centro de radiación y del mundo. Si es rectangular simboliza el reino terrenal y si es circular el reino sagrado”.

Edad.

Los grados Masónicos se manifiestan y también se reconocen, por medio de la Edad Simbólica de cada uno de ellos. Estos grados pueden significar el adelanto demostrado en la carrera filosófica del masón, así como el progreso Moral y Material alcanzado durante los estudios realizados.

Según Lorenzo Frau Abrines, la Edad Masónica puede ser determinada desde dos puntos de vista, la edad en la Orden y la edad simbólica. La primera se cuenta desde la fecha de iniciación de Aprendiz y la segunda varía según el Rito y el Grado.

Otros autores, sin embargo, consideran a la Edad Masónica en tres periodos, la primera, la Edad Profana, la que se cuenta a partir del acto de nacimiento del niño y que constituye uno

In document Masonería Práctica (página 76-142)

FUENTE: https://1library.co/article/ornamentos-necesarios-previstos-simbolismo-masónico-delta.myj9r7mz

Categorías:MASONERIA

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.