EDUCACION E HISTORIA

¿Cómo afrontar la muerte de un hijo?

La muerte de un hijo deja una huella de dolor que por siempre estará gravada en el corazón de sus padres. Una parte de ellos se va junto a su hijo mientras que el futuro cambia para siempre… no sólo pierden su presencia física sino también todos los sueños, proyectos y expectativas que tenían en mente desde antes que naciera. Es que esta muerte va en contra del orden natural de la vida. Por eso, su muerte te lleva a transitar una crisis vital profunda en la que todos los principios filosóficos, espirituales y sistema de valores que hasta entonces te guiaban quedan en jaque absoluto. Los padres se cuestionan si la vida tendrá algún sentido mientras se preguntan: “¿Cómo voy a hacer para sobrevivir al dolor de su ausencia?”. El enojo se apodera de ellos como un huracán que desea arrasar con todo lo que encuentra a su paso, entonces Dios, los médicos, su pareja e inclusive ellos mismos se convierten en blanco de ataques por no poder haber evitado esta muerte.

Por supuesto, cada padre afrontará este duelo de manera absolutamente personal dependiendo de su historia familiar, experiencias previas de duelo y el vínculo que lo unía a su hijo. Esto no significa que a un padre le dolerá más o menos que a otro sino que, en base a estas variables, cada uno construirá su propio camino de sanación. Es posible que esto traiga tensiones en la dinámica familiar afectando a la armonía de la pareja… las emociones están a flor de piel mientras que la irritación y la culpa surgen con una fuerza inusitada. Sin embargo, tu dolor es tan profundo como lo es para tu pareja, sólo que él o ella lo enfrenta y expresa de un modo distinto. Brindarle a cada miembro de la familia el espacio que necesita para hacer su duelo es tan importante como ser pacientes entre ustedes mismos para así construir espacios de comunicación en donde sea posible hablar libremente de sus sentimientos. En este sentido, podemos distinguir algunas estrategias de afrontamiento saludables que te permitirán transitar este duelo lo mejor posible para así construir con tu hijo fallecido un nuevo vínculo basado en el amor y los gratos momentos que han compartido juntos ¿Estás preparado? No dejes de leer este artículo que hemos preparado para ti.

¿CÓMO ELABORAR EL DUELO POR LA MUERTE DE UN HIJO?

La muerte de un hijo implica no sólo la pérdida de su presencia física sino también de los sueños y proyectos que tenías en mente.

Desde que somos pequeños jugamos y fantaseamos con la idea de ser padres. Sin embargo, sólo cuando llega un hijo a nuestra vida es que comprendemos el amor profundo que nos unirá por siempre a nuestro niño… más allá de cualquier distancia, tiempo o adversidad se construye un vínculo que transforma de un modo irreversible ese mundo en el que te encontrabas hasta ahora.

Cuando un hijo muere, ese mundo que hemos construido en nuestra mente se destruye… los padres quedan absolutamente desorientados y entumecidos frente a la nueva realidad. Es que el orden natural de la vida nos dice que los hijos no deben morir antes que los padres… debemos ver a nuestros hijos crecer, estudiar y formar su propia familia. Es por eso que la muerte de un hijo resulta tan incomprensible… su ausencia física implica la pérdida del futuro, de sueños y de esperanzas generando un dolor tan profundo que no puede expresarse con palabras. En este sentido, cada padre experimentará este proceso de duelo de manera absolutamente personal.

La muerte de un hijo implica no sólo la pérdida de su presencia física sino también de los sueños y proyectos que tenías en mente.

Hay quienes expresarán sus sentimientos en público, otros que preferirán hacerlo en privado… hay quienes se refugiarán en la religión mientras que otros culparán a Dios por lo sucedido. Por lo tanto, es frecuente no sólo que se produzcan tensiones en el matrimonio sino que también se distancien de viejos amigos o miembros de la familia. Es que los padres sienten que esta pérdida los ha transformado absolutamente por lo que les cuesta relacionarse con otras personas del mismo modo que lo hacían antes.

La muerte de un hijo es una pérdida significativa y permanente, por lo que el gran desafío para los padres en duelo es aprender a sobrellevar el dolor de esta ausencia obligándolos a repensar sus prioridades. El sentido de vida que hasta ahora te guiaba se ha destruido por lo que lentamente debes recoger los pedazos de esta vida que ha sido destrozada para encontrar nuevas fortalezas que te permitan construir un nuevo propósito.

Hay quienes buscan un modo de honrar la memoria de su hijo trabajando por los principios que solía defender, otros modificando las leyes que han de algún modo directo o indirecto producido su fallecimiento mientras que hay padres que recaudan fondos o participan en actividades como voluntarios en entidades sanitarias u ONGs dedicadas a la enfermedad que ha provocado su muerte. Sin embargo, la mejor manera de honrar la memoria de quien ha partido es volviendo a participar de la vida reconociendo la maravillosa oportunidad que te dio la vida de compartir estos años con tu hijo.

Sé que ahora parece difícil, pero procura ser paciente con estas emociones. Cada uno de los momentos que has compartido con él o ella vivirán por siempre en tu corazón… después de todo, fue él o ella quien te ha enseñado sobre este amor incomparable que formará parte de ti eternamente.

Si bien cada padre desandará un camino de duelo individual que será único en donde tú, tu pareja, tus hijos sobrevivientes y familiares procesarán este dolor en distintos tiempos y maneras, es posible reconocer algunas emociones, síntomas físicos así como cambios en el sistema de creencias que son frecuentes tras la pérdida de un hijo, como por ejemplo:

  • Emociones. Fuerte shock, entumecimiento y negación durante los días posteriores a esta pérdida que comienzan a atenuarse con el paso del tiempo. Se experimenta una gran sensación de confusión, tristeza y desesperación que imposibilita al doliente realizar las tareas cotidianas, así como un fuerte impulso de sobreproteger a sus hijos sobrevivientes, o temor a estar solo frente a un mundo que se muestra potencialmente peligroso. También es usual sentir culpa y enojo por no haber podido cumplir con su rol protector de padres… se suele pasar gran tiempo pensando en lo que podría haber sucedido si se hacían o decían las cosas de un modo distinto. Este sentimiento de enojo se traduce también en un resentimiento hacia los padres que disfrutan de sus hijos sanos… la vida pareciera ya no tener sentido por lo que viven una intensa soledad y aislamiento aún cuando están rodeados de otras personas. Es que sienten que nadie puede realmente comprender la magnitud del dolor que ha dejado esta pérdida. Te sugiero que leas este artículo para conocer sobre las emociones que estás atravesando: “¿Cuáles son las Etapas del Duelo?”
  • Salud Física. Debido al fuerte estrés físico y emocional que implica esta pérdida, el sistema inmune de los padres en duelo se encuentra notablemente debilitado por lo que suelen mostrar trastornos del sueño y la alimentación, opresión en el pecho, pérdida de la memoria, falta de deseo sexual, agotamiento físico y desgano por las responsabilidades laborales y domésticas, ausencia de concentración, dolores de cabeza intensos, boca seca, irritabilidad a los ruidos, somatización de la enfermedad que padecía su hijo y estómago vacío. No es para nada recomendable el consumo de alcohol, drogas y/o medicamentos con el objeto de evadir estas manifestaciones de duelo por lo que es primordial consultar con el médico de la familia ante cualquier inquietud. Si quieres conocer más sobre el impacto que tiene el duelo en tu cuerpo no dejes de leer este artículo: “Síntomas Físicos ante la Pérdida de un Ser Querido”
  • Sistema de Creencias. La muerte de un hijo pone a los padres frente a una profunda crisis vital que los lleva a revisar no sólo el sistema de valores que hasta entonces los guiaba, sino también, los principios filosóficos y espirituales que creían incuestionables. Algunos encontrarán en la fe un refugio en donde tomar fuerzas para seguir adelante mientras que otros estarán enojados con Dios y se alejarán definitiva o provisoriamente de su religión. Es importante permitirse evaluar nuevamente sus prioridades, así como expresar estos cambios con el fin de construir lentamente un nuevo sentido de vida.
  • Pensamientos. Tras la muerte de un hijo, la mente se encuentra absolutamente enfocada en comprender esta pérdida abrumadora por lo que es usual mostrar un bajo rendimiento en el trabajo, así como también una fuerte falta de concentración que afecta a las tareas cotidianas. Es que la cabeza de los padres en duelo vaga de un pensamiento en otro intentando buscar explicaciones frente a esta ausencia física. En este sentido, es posible olvidarse de algunas responsabilidades diarias así como también tener la sensación de perder habilidades que te permitían hacer las tareas con facilidad.

    Por otro lado, durante los primeros días y/o semanas de duelo es frecuente que sientas una gran desorientación respecto a esta nueva realidad… el mundo se muestra absolutamente irreal y abrumador. Inclusive durante los primeros meses es posible que tengas alucinaciones auditivas, olfativas y/o visuales en las que puedes sentir el aroma del perfume de tu hijo, escuchar su voz y/o verlo en la calle o en la casa.

Es importante señalar que todas estas reacciones son absolutamente normales durante este proceso de duelo. Sin embargo, a medida que se trabaja el dolor, los padres deben ir notando leves pero importantes mejorías en las que estas reacciones lentamente se van atenuando. Por supuesto, esto no significa que el dolor desaparecerá sino que poco a poco las emociones se van haciendo menos intensas.

Recuerda que no hay fechas ni plazos para el duelo…habrá días de mayor calma y otros de mayor tristeza. Habrán eventos familiares y acontecimientos importantes en tu vida en los que te gustaría que tu hijo estuviera presente, pudiendo desencadenar el sufrimiento aún muchos años después. Esto no es un retroceso en tu duelo…es una reacción absolutamente normal por lo que debes permitirte expresar las emociones que surjan y así trabajar tu duelo.

Este ejercicio de meditación lo hemos preparado para ti:

Descarga Audio «Respirar y Soltar»

FUENTE> https://manejodelduelo.com/como-afrontar-la-muerte-de-un-hijo/

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