
Los mejores líderes son los que se perdonan fácilmente…
¿Por qué? Porque han aprendido que todo en la vida es evolución. Que no son perfectos y se pueden equivocar y que si quieren seguir creciendo deben pasar página y seguir tomando decisiones como líderes. Y para hacer esto, necesitan perdonarse.
Un líder que no se perdona o tarda mucho en hacerlo será un líder tosco, regañón, amargado y hasta ofensivo con otros. Su misma desarmonía interna lo llevará a un desequilibrio en sus emociones y pensamientos y terminará tratando malhumoradamente a otros.
Cómo seres humanos sabemos que debemos amarnos a nosotros mismos, pero cuando hay un conflicto interno y no nos hemos perdonado por alguna situación en particular, ese sentimiento crea un cortocircuito emocional: «Sé que me debo amar a mí mismo pero no me puedo perdonar esto que hice.». Esa ambigüedad, ese desajuste interno no lo hace estar bien en su día a día como persona y mucho menos como líder. Y si tiene personas a su cargo o es el líder de su propio emprendimiento, no podrá liderarlos adecuadamente y con éxito.
Por más que creamos que las cosas están separadas, todo está unido. Somos uno aunque tengamos diferentes roles. Muchas veces perdonarse a sí mismo no es fácil. Uno cree que es fácil pero realmente no lo es.
Cómo creemos que es fácil, dejamos pasar esos sentimientos de falta de perdón hacia nosotros mismos y tratamos de seguir adelante con el día a día, pero en los momentos de crisis, esos sentimientos salen a la superficie y aunque no los entendamos, tienen que ver con una falta de perdón profunda hacia nosotros y que no hemos detectado como tal. Para que el perdón tenga su efecto, debemos hacerlo de forma consciente.
Una forma de hacerlo es mirarse al espejo y decirse audiblemente y con autoridad: José (aquí pues debes colocar tu nombre) te perdono por esto y esto y esto…hasta que sientas que sacas todo lo que debes perdonarte.
Es una terapia sencilla pero efectiva.
Si queremos ser líderes (y personas) sanas, debemos estar en armonía con nosotros mismos.
El perdón hacia uno mismo está íntimamente ligado a nuestro amor propio. Si nos amamos incondicionalmente como personas, como seres, entonces entenderemos que siempre estamos en una continua evolución y que por tanto siempre estamos aprendiendo de nosotros mismos, y nos tendremos más compasión.
No nos juzgaremos tan fuertemente, no nos castigaremos consciente o inconscientemente. Y podremos liderarnos en paz y armonía. Lo que nos llevará a tomar decisiones más acertadas tanto para nuestra propia vida como para los equipos de trabajo que tengamos a nuestro mando.
Muchos líderes se castigan cuando sienten que no han alcanzado sus metas. Estos castigos toman la forma de «no saldré de vacaciones este año», «trabajaré más duro tres meses seguidos», «no saldré a divertirme por un mes hasta que logre mi meta».
Desde un punto de vista externo pudiera verse como autodisciplina, enfoque y esfuerzo, pero desde adentro, quizás ese líder simplemente no se ha perdonado y se está auto infligiendo un castigo.
La autodisciplina viene acompañada de un sentimiento de amor, no de castigo. Es una línea tan delgada que puede confundirnos.
Nos damos cuenta de que hemos caído del lado del autocastigo cuando…Leer en el Blog
El liderazgo, no es sólo de tomar decisiones, de hacer reuniones y dar la dirección hacia dónde debe ir la empresa, el negocio o el emprendimiento.
El liderazgo efectivo es el que comienza con uno mismo.
Espero este Post te sea útil!
Con aprecio José M. Pujol H.
NOTA: Recuerda que el Evento con Gerard Páez, «Conoce Volition Cloud» de Ignis Gravitas (www.ignisgravitas.com) la aceleradora de Startups y Emprendimientos, será este Jueves 11 de Mayo en el Restaurante Chez Peppino
(instagram @chezpeppino) Y si eres emprendedor y estás en Mérida, Venezuela debes (y tienes) que estar allí!
Categorías:SOCIEDAD CIVIL