Menos conocidos que los masones, con los que en ocasiones son confundidos, los rosacruces pertenecen a la sociedad secreta Rosenkreuzer («La Rosa-Cruz» en español).
Aunque los orígenes de los Hermanos de la Rosa-Cruz, nombre que también recibe esta fraternidad, son sustancialmente diferentes, en la actualidad mantienen estrechos vínculos con la masonería, que introdujo el grado dieciocho de caballero Rosa-Cruz en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, conocido también como grado de los Príncipes Soberanos de Rosa-Cruz.
La leyenda atribuye la fundación de la Rosa-Cruz al alemán Christian Rosenkreuz, un legendario personaje de finales del siglo XIV que habría viajado a Oriente como peregrino. Iniciado en antiguos ritos que pondrían en contacto el plano terrenal con el divino, habría vuelto a Europa para transmitir sus conocimientos a un reducido grupo de discípulos, embrión de la sociedad secreta. En el supuesto de que Rosenkreuz hubiera existido realmente, su verdadera identidad es un misterio que nunca ha sido desvelado, aunque algunos autores ocultistas afirman que se habría reencarnado en la enigmática figura del conde de Saint Germain, aventurero y alquimista del siglo XVIII.
En 1494 habría aparecido por primera vez Nupcias alquímicas de Christian Rosenkreuz, obra atribuida al fundador de la sociedad secreta, aunque otra corriente dentro de la orden afirma que su verdadero autor fue Johann Valentin Andreae, teólogo y escritor satírico del siglo XVII, que lo habría publicado en 1616. A pesar de las dudas y críticas que cosechó como obra oscura e ininteligible, el libro alcanzó un gran éxito entre los eruditos de la época. Dividido en siete jornadas alegóricas, narra las vivencias de Christian Rosenkreuz como invitado en la boda de un rey y una reina celebrada en un misterioso castillo. Empleando un lenguaje confuso cargado de simbolismo, imposible de entender para un profano, describe cómo los protagonistas experimentan una serie de transformaciones que los conducirán hasta un renacer espiritual.
En 1614 se publicó en la ciudad alemana de Kassel Fama Fraternitatis Rosae Crucis oder Die Bruderschaft des Ordens der Rosenkreuzer. Obra de autor anónimo, relata el viaje iniciático emprendido por el fundador de la fraternidad para aprender los conocimientos de los grandes sabios, que lo tomaron bajo su protección. Considerada el manifiesto de los rosacruces, sirvió para darlos a conocer en sociedad. Desde entonces, el emblema con el que sus miembros se reconocen suele estar compuesto por una cruz y una rosa roja superpuestas, aunque existen diferentes variaciones dependiendo de la fraternidad que lo utilice.
FUENTE: https://www.muyinteresante.es/historia/34489.html
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