Reflexiones sobre una de las comunidades más antiguas y misteriosas del mundo


Todos aquellos interesados ​​en el misticismo han oído hablar de los esenios, e incluso han leído libros al respecto. Algunos están bien documentados y proporcionan información interesante acerca de ellos, incluyendo aspectos históricos; otros son un tanto caprichosos y caen con frecuencia en concepciones típicas de la “nueva era”. La literatura Rosacruz siempre ha concedido una gran importancia a los misterios de los esenios, antes incluso de que muchos autores se interesaran en ellos. Por ejemplo, en el libro titulado “La Vida Mística de Jesús”, publicado en 1926 (varios años antes del descubrimiento de los Rollos de Qumrán), Harvey Spencer Lewis, primer Imperator de la AMORC en América, aporta muchas explicaciones sobre la hermandad esenia, sus orígenes, sus enseñanzas, sus ideales, etc.

Pero, ¿por qué estudiar los misterios esenios (algo incluido en uno de los grados de la AMORC) y por qué presentan tanto interés para los místicos y los historiadores? Porque este estudio pone de relieve un hecho muy importante: Jesús era miembro de la hermandad esenia, al igual que Juan el Bautista y otras figuras clave del cristianismo primitivo. Esto significa que esta religión surgió, de hecho, de una escuela de pensamiento que existía desde hacía mucho tiempo. Yo añadiría que la primera comunidad esenia apareció, no en Israel, sino en Egipto, en las orillas del lago Moeris, alrededor del año 1300 antes de Cristo. Es desde ese país que se extendió a Israel a partir del siglo IX antes de nuestra era.

Recordemos que fue en 1947 cuando fueron descubiertos “por casualidad” los Manuscritos de Qumrán, nombre de este pueblo de Israel, que se encuentra en el desierto cerca del Mar Muerto. Se sabe que la comunidad esenia vivía cerca del lugar del hallazgo, pero contrariamente a lo que pudiera pensarse a priori, no seguía estrictamente las reglas de la vida comunitaria a la que se refieren estos manuscritos. Por poner una analogía, aunque un libro de la biblioteca pueda contarnos cómo se vivía en Normandía a principios del siglo XX, eso no significa que los que viven allí hoy en día sigan viviendo de la misma manera. Por otra parte, algunos historiadores han confundido los Esenios de Qumran con los fanáticos que estaban viviendo en Masada, y cuyo estilo de vida era bastante extremo.

De acuerdo con los textos que tenemos en la Gran Logia de la AMORC, la comunidad de Qumran custodiaba los archivos acumulados a lo largo de los siglos por los esenios, desde su aparición en Egipto. En un momento dado, vio la necesidad de poner estos documentos a resguardo en un lugar fuera del monasterio que ocupaba. Naturalmente, los miembros más eruditos de la comunidad conocían el contenido de estos archivos, pero repito, esto no quiere decir que los Esenios de Qumran siguieran al pie de la letra los preceptos señalados en los famosos manuscritos. De hecho, tenían sus propias reglas de vida e incluso su propia doctrina.

Una de las prácticas más significativas de los esenios fue el bautismo. Esta práctica, que fue popularizada por Juan el Bautista y que el mismo Jesús eligió para presentarse al mundo, pasó a manos de la Iglesia cristiana. También sabemos que los Esenios creían en la reencarnación. Por desgracia, esta doctrina, que formó originalmente parte de la enseñanza cristiana, fue sustituida en el siglo VI, en el Concilio de Constantinopla, por el dogma de la “resurrección de la carne”. Personalmente lo lamento mucho, porque este dogma no tiene fundamento ontológico alguno y da más importancia al cuerpo físico que al alma que le anima y que se expresa a través de él. Para terminar, diré que la comunidad esenia también era conocida por la importancia que concedía a la curación, interés que también se da entre los Rosacruces. Pero eso es otro tema…

FUENTE: https://trabajosmasonicos.wordpress.com/2018/02/17/los-esenios/

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