Recoger a los niños del colegio y pasar más tiempo con ellos y a la vez, tener tiempo para nosotros puede ser una tarea casi imposible. La conciliación laboral es la clave de ello y la técnica del 8-8-8 la mejor forma para hacerlo realidad.
Hace algunas décadas que comenzó a replantearse que la forma de trabajo inflexible y de largas horas en la oficina no era tan productiva como se pensaba. Habría que cambiar la mentalidad e las empresas y estamos en camino, a paso lento, pero en camino. Por tanto, es necesario partir de la base de que llevar a cabo un sistema de trabajo que permita conciliar no significa trabajar menos, sino que lo hacemos de forma distinta. Y rendimos incluso más.
La conciliación laboral aún tiene mucho proceso por recorrer para que su implantación sea general. Una ley que promueva la igualdad entre sexto en el terreno laboral requiere más factores que otorgar al hombre 15 días por paternidad.
Claves para conciliar
Universalización
Medidas que favorezca por igual a hombres y mujeres. Actualmente las políticas a favor a las mujer priman sobre las de igualdad. Esto significa que muchas empresas ven como un lastre económico la contratación de mujeres y que se termina reflejando en menos contrataciones en el sector femenino.
El II Estudio sobre la Situación de la Conciliación en España, elaborado por el Instituto Internacional de Ciencias Políticas, reflejaba que las medidas de conciliación “alejaban a la mujer del mundo del trabajo”. Bajas por maternidad de mayor o reducción de horario para cuidado de personas dependientes son algunos de los motivos que propician esta situación. El Estatuto de Trabajadores favorece a la mujer durante el periodo de maternidad pero no lo hace de igual forma con el hombre. En comparativa con otros países de Europa esto es un lastre. El hombre tiene el mismo derecho de disponer de un periodo amplio para la dedicación de los hijos y que este pueda compatibilizar su trabajo con el de la mujer. Actuando los don ante igualdad de condiciones en la vida familiar y laboral.
Eliminar la brecha salarial y altos cargos
El último informe de la Unión Europea determina una diferencia salaria en España entre hombres y mujeres del 19,3%. Esto es, que por cada euro que cobra un hombre la mujer recibe 81 céntimos. La cultura actual se ve beneficiada de este punto que ante la necesidad de dejar la carrera profesional por el cuidado familiar será la mujer quien lo haga.
Por otro lado, las aulas universitarias están llenan por más mujeres que hombres. Los cargos directivos, en cambio, los ocupan mayoritariamente los hombres.
Resulta sorprendente que ante las mismas capacidades, formación e implicación en el trabajo las mujeres sigan recibiendo una retribución inferior. ¿Porqué la diferencia de género debe suponer una diferencia salaria? ¿Por qué siguen ocupando puestos inferiores?
Desaparición de roles en el hogar
Igualdad significa tener las mismas obligaciones y derechos. En el sentido familiar se traduce en el reparto de tareas de forma equitativa. Esta medida es básica para permitir que el hombre y la mujer puedan trabajar y conciliar con una vida familiar. Un estudio realizado por las Fundación Pfizer determina que las mujeres siguen dedicando más tiempo a las tareas del hogar que los hombres.
Ante esta situación lo mejor es la corresponsabilidad, es decir, llegar al acuerdo del reparto de tareas en el hogar. Así como, la coeducación de los niños.
Flexibilidad de horario
Una de las bases para la conciliación laboral es la flexibilidad de horario. Entendiendo esta medida como un reajuste de las horas de trabajo para compatibilizar con la vida familiar y personal. Un horario flexible no es estar disponible 24 horas al día.
Los horarios rígidos en la oficina terminan condicionando el rendimiento de los trabajadores. Facilitar a los empleados la autogestión del tiempo y confianza repercute favorablemente en sus resultados. Opción como el teletrabajo, días propios o horario adaptado al trabajador son puntos básicos para el desarrollo de la conciliación laboral en las organizaciones.
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