Del Amor Y Del Desamor


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desamor

En los años que llevo en masonería he visto llegar a muchas personas y he visto marcharse a bastantes, son piedras que se caen por muy diversas razones y que, aunque uno siempre sienta un cierto dolor, no hay más remedio que asistir a su caída del muro en el que se encontraban colocadas como meros espectadores.

No suelo preguntar por las razones, afortunadamente aquí sólo se pregunta cuando se entra pero no cuando se sale, basta el simple deseo de la Hermana o el Hermano para que la marcha sea efectiva y libre. en alguna ocasión ha sido la persona interesada quien se ha brindado ha darme alguna razón, no para justificar algo que no necesita de ello, que explicase su decisión. He de decir que las razones suelen ser pobres, al menos a mi me lo parecen, hasta ayer en que un Hermano que se va me ha dado una razón que me ha parecido poderosa. He perdido el amor, me dice.

He de decir que esa es una poderosa razón para abandonar cualquier empresa, más esta en la que lo que se exige es mucho y lo que se recibe casi nunca se acerca al sacrificio. Poco más o menos como en el amor que siempre damos más de lo que recibimos, o eso al menos creemos, casi siempre equivocadamente.

Si ante razones más triviales el silencio es absoluto, qué decir cuando uno recibe una confesión de una fuerza tan arrolladora. Se acabó la pasión, se terminó el amor y eso pone fin a una etapa de convivencia que en ocasiones puede ser muy larga. Creo que se de más casos, pocos, pero sí alguno mas.

Creo que esta cuestión de la pasión y el amor, la entrega, el dar a cambio de, aparentemente, nada, es algo vital y que explicaría como debe ser la relación con la Orden. Una Gran Maestre dijo en cierta ocasión que la masonería era una especie de sacerdocio, algo de eso hay. Algo así es la entrega a un ideal, a una vocación, a un ser por encima del estar.

La verdad es que pienso que la pasión se puede recuperar, espero que ese Hermano que ayer me confesaba sus razones para tomar una decisión tremenda y que dejaba un gran roto en mi muro vuelva a encontrar la pasión, el amor y la necesidad de volver a estar. Y digo bien, volver a estar, porque no me cabe la menor duda de que dentro o fuera es un francmasón.

Querido Hermano, querido amigo, que los pasos de tu vida te vuelvan a traer entre nosotros, creo que tú te lo mereces y nosotros lo necesitamos.

Fraternalmente

FUENTE: https://masoneriamixta.es/2014/10/del-amor-y-del-desamor/#.Xcm6dyTPzb0

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