from Revista Escuadra y Compás | Número 1, Noviembre 2020. by Gran Logia de Chile
PILOTÍN: SIMBÓLICO, FILOSÓFICO…
V.∙.M .∙. CIRO SABADINI FORETICH
Cuando en la Cámara del Medio conversamos acerca del nombre que debería llevar nuestra Revista Digital, la denominación “Escuadra y Compás” fue casi unánime.
En primer lugar, por cuanto a todos ese nombre nos trajo el recuerdo de una antigua publicación en soporte papel de este Taller, y por otro lado, por la profunda representatividad que la escuadra y el compás tienen para nuestra orden, a tal punto que con toda probabilidad, a cualquier profano al que se le pregunte que imagen representa para él la masonería, nos mencionará estas esenciales herramientas, que por lo demás tienen tanto valor simbólico para los iniciados.
En el mundo profano la función de la Escuadra es medir magnitudes del mundo material; mientras que el Compás mide ángulos, el primero supone una aproximación al mundo de la cantidad, el segundo al de la calidad y la esencia.
No muy distinto es aquello en Masonería …
En nuestra orden, tradicionalmente se interpreta el Compás como todo aquello que no tiene principio ni fin – como la libertad – y también como la representación de la igualdad, pues la distancia entre el centro de la circunferencia, que se establece con uno de los brazos del Compás y que representa el masón, y cualquiera de los demás puntos de su trazado es siempre la misma; lo anterior, sin embargo de otras legítimas interpretaciones de dicha herramienta en la simbología masónica.

Con respecto a la escuadra, esta representa la voluntad de hacer cumplir las reglas, entre otras las Constituciones y los Estatutos de la Orden; además de representar la rectitud por encima de cualquier otra virtud; aquella que no cede a la debilidad, y que tiene la rigidez propia de quien quiere imponerse sobre la materia y aspira a ser perfecto.
Hay que recordar que la joya que la representa, cuelga del collarín del Venerable Maestro.
Siendo la Escuadra el instrumento a través del cual se delimita y trazan las formas posibles del mundo material, cuadrados, rectángulos, líneas rectas, etc., el Compás, por el contrario, delimita un círculo tenido como imagen de lo Absoluto, de aquello que tiene principio y fin en sí mismo. Así pues, la Escuadra simboliza la tierra, el Compás el espíritu.
Pero por otra parte, y quizás lo más importante de estas dos herramientas es su simbología conjunta, ya que también hay que fijarse como los símbolos de la Escuadra y el Compás nos sugieren, en su simplicidad, las tres situaciones posibles en el terreno espiritual.
Así, cuando veamos a la primera superpuesta al Compás, ello nos indicará una situación de dominio de la materia; si, por el contrario, Escuadra y Compás se muestran entrelazados, tal situación nos advertirá sobre el equilibrio de fuerzas entre mundo material y mundo espiritual; y si, finalmente es el Compás el que se superpone a la Escuadra, quedará claro el dominio espiritual, y ello define los tres grados de la Masonería simbólica, sus contenidos y calidades metafísicas.
REFLEXIONES DEL VENERABLE MAESTRO

V:.M:. CIRO SABADINI FORETICH
QQHH, llevamos ocho meses alejados de nuestro templo, y en cada inicio de semana, al programar nuestras actividades, y recordar nuestra tradicional Tenida del Jueves, evocamos nostálgicamente el encuentro con nuestros hermanos, la lectura presencial de las planchas, los comentarios, el ágape, los abrazos fraternales.
Sin duda nuestros espíritus han vivido días sombríos y llenos de inquietud durante este lapso, han vivido en continua amenaza de ser aplastados por la materia, hemos llegado a sentir que el distanciamiento y el encierro nos agobian, todo en cuanto a que en el ámbito masónico hemos estado ausentes de los trabajos habituales del Taller, debido a las circunstancias por todos conocidas, que han puesto en pausa nuestros trabajos regulares, llenando de silencio a nuestro viejo y querido templo, que pacientemente nos espera y nos añora, entre sus acogedoras paredes de color rojo, y bajo sus columnas que sostienen al mundo y al universo.
En sus inicios la situación fue preocupante, muchos llegamos a dudar de cómo llevar a cabo nuestro trabajo masónico; pero en su oportunidad la Gran Logia de Chile nos conminó a hacer frente a tal desafío, anclados en la comprensión y convicción masónicas de que nada puede detener ni a la docencia ni a la fraternidad que nos moviliza hacia nuestros superiores ideales; y fue así que gracias a los adelantos tecnológicos disponibles, en algún momento reaccionamos y retomamos nuestros trabajos semanales con la regularidad del compás, tanto en Cámaras Ampliadas como en Cámaras por Grado y Consejos de Oficiales.

Paulatinamente nos hemos ido abocando nuevamente al estudio del Simbolismo y sus alcances iniciáticos, éticos y filosóficos, no obstante el contexto de confinamiento físico y las complejidades laborales, sociales, familiares, económicas, mentales y personales.
La Masonería ha resistido muchas tormentas de mayor magnitud que la actual, a todas las ha superado e incluso ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los siglos; dicen que lo que no nos mata nos hace más fuertes – y lo seremos – la esperanza y la confianza nos acompañarán y pasaremos exitosamente por este tiempo de prueba, y así más temprano que tarde se abrirán las puertas de nuestro recordado templo, y entraremos a él nuevamente, con la agilidad, el optimismo y la alegría de la marcha del Aprendiz.
Ciro Sabadini Foretich V. ∙ .M. ∙ . R. ∙ .L. ∙ . Abtao N° 47, Valle de Coquimbo.
Coquimbo,
FUENTE: https://issuu.com/granlogiadechile/docs/revista_escuadra_y_compas_rl_abtao_47_-numero_1-/s/11375461
Categorías:MASONERIA